Natura non dat...
... Salamantica non praestat, como nos contaban de niños, cuando la educación primaria y el bachillerato eran, digamos, un poquito más provechosos que ahora.
Sin embargo y pese a todo a algunos el paso por la facultad hasta les proporcionaba un poco de lustre, algún atisbo de dignificación si sabían aprovechar la coyuntura.
Pero ahora parece que el afán por ir hacia abajo y a tumba abierta no tiene límites, y si no para muestra un botón, esto ya resulta excesivo.
Y conste que he leído alguna de las novelas de Ian Fleming y las considero entretenidísimas, y que además me gusta ver las películas de este tipo, me cae bien: es un canchero, conduce buenos coches, le llueven las proposiciones de macizas escandalosas y siempre gana, ¿qué más se puede pedir?
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