Siguen delicados
Para el Sr. Urkullu "lo peor" de ETA no pertenece al pasado o al presente, que méritos tendría para ello, sino al futuro, ya que teme que comience una campaña de asesinatos contra miembros del PNV, contra los suyos para ser claros y andarse sin rodeos y, claro está, el asunto le preocupa.
Dice el caballero que cabe prever una nueva generación de etarras que no sientan lazos afectivos o familiares con el PNV y por tanto, según su lógica perversa, eso les puede suponer menos barreras de cara a asesinar a miembros de esta agrupación política, lo cual es innegable que resultaría otra decisión atroz en un largo listado de ellas. Pero al mismo tiempo las declaraciones de Urkullu van por la vía de esas frecuentes traiciones psicológicas en las que incurren contra sí mismos, ya que por mucho que clamen contra la barbarie de ETA y asuntos similares se reconoce una suerte de hermandad o afinidad, lo cual de por sí sería suficiente como para ponerle la cara colorada a este parlamentario.
Bueno, de todos modos y por cruel que parezca a lo mejor no hay mal que por bien no venga, puede que así cambien las fraternidades y de una vez, de una puta vez, el PNV y sus adláteres comiencen a entender lo que es estar bajo amenaza cada día y así caminen junto a otros compañeros de ruta sin las muecas de asco o las poses de indiferencia a que tanto acostumbran.
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