En cabeza y destacada

Sin duda la Sra. Ministra de Igualdad promete y a lo largo de esta legislatura (si dura lo que ella y dependiendo lo que ésta dure, que no será mucho) nos va a ofrecer muchos ratos de solaz, pues mejor es tomarse sus pavadas con humor que no irritadamente, por mucho que dé pié para ello.

Ahora se saca de la chistera un teléfono para "canalizar la agresividad de los hombres" y "fomentar un nuevo modelo de masculinidad". Al efecto la Sra. Aído, cayendo en esa falacia fundamental de cierto feminismo, parece considerar que el hombre resulta per se una criatura sujeta a pulsiones violentas, una bestia salaz, insaciable y cruel que es necesario domeñar. Adelante con sus delirios pues, pero déjenos en paz y no pretenda convertir su labor ministerial en una especie de gran campo de reeducación. Su visión es tan reduccionista, estúpida y trasnochada como si se abogase por una iniciativa paralela que crease un teléfono para canalizar la histeria femenina.