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Ucronías

Progreso

Progreso

Manifestamos colectivamente la misma actitud que el reciente y orgulloso propietario del último modelo de automóvil salido al mercado. Él percibe que maneja lo mejor, se explaya ante sus amigos sobre las virtudes que lo adornan, proclama los avances que incorpora y que lo convierten en una fortaleza frente a los accidentes. Conduce en casi perfecto aislamiento, no le molestan los elementos, el calor ni el ruido del exterior. Disfruta de su música preferida en un imponente equipo estereofónico. Lo que ocurra a su alrededor apenas le importa y su marcha por la carretera resulta confortable e imperturbada, avanzando, siempre avanzando.

Parece que las leyes físicas no le afectan. Está protegido contra toda contigencia. Aquello en lo que no alcance su pericia lo suplirán unos veloces procesadores informáticos. Sólo cuando alcanza el punto en el que no hay retorno, aquél en el que se halla por completo fuera de control, sometido a extraños caprichos de esas propias leyes físicas, es cuando se percata de que no tenía que haber hecho esto o aquello, que debería haber adoptado otra actitud ante la situación. ¿Quién no ha escuchado alguna vez la tan manida frase "se me fue" o "perdí el control"? Pues así nos referiremos a esta locura cuando se nos haya ido de las manos por completo.

Como sociedad mundial nos movemos de igual modo, en una alegre inconsciencia hacia el propio suicidio entonando loas a la productividad, la competitividad, el disfrute y el progreso sin límites. Sigamos adelante pues.

http://www.philipglass.com/html/recordings/koyaanisqatsi.html

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