Pero... ¿son los mismos?
Aquellos gallitos que cacareaban en el corral muy chulos y desafiantes.
Los alquimistas que parecían presumir de haber encontrado el movimiento perpetuo, la piedra filosofal y el secreto de la eterna juventud, todo en uno y por módicas cuotas.
Martinsa, Detinsa, Llanera, ... y las que vendrán: Estafalia, Caradurosa, y otras tantas. Y tantos y tantos pobres desgraciados empeñados de por vida y hasta las cejas por el efecto de arrastre de una codicia interesadamente alimentada. La vivienda nunca baja, la vivienda nunca baja (repitan conmigo este mantra).
- Oiga, que la vivienda sí baja a veces, como muchos otros artículos.
- No, que va, y si ocurriese alguna vez es que la vivienda está equivocada.
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