A costa de lo que sea
Pues muy bien, a partir de ahora los bancos se blindan un poquito más, si cabe, no sea que vayan a disminuir sus beneficios y todo por mor de la estabilidad y el bien general.
Pasada la crisis inmobiliaria de comienzos de los noventa y con la connivencia de los dos partidos que han gobernado, se ha venido tolerando un expolio sin precedentes históricos de recursos de toda clase para alimentar la maquinaria feroz de la especulación inmobiliaria y de paso la recaudacion fiscal, cómo no. Y por cierto que también casi todo el mundo se apuntó al asunto con entusiasmo digno de mejor causa, bajo la hábil máscara de ser otra suerte de capitalismo popular (vamos, como aquella estafa de las puntocom y la nueva economía). Aquí se vendió a una masa de imbéciles el mito de que la vivienda nunca baja para agarrarla bien por sus partes y punto, y entretanto todos sacaban pecho alardeando de cuánto habia subido el valor del pisito, con buena parte de ellos lanzados como perros en celo en pos de la segunda o tercera hipoteca, para "aprovechar el momento".
Que ahora y por decreto se garantice la estabilidad del sistema financiero a través del sacrificio de terceros me parece un escándalo de primera magnitud ¿No cacarean tanto estos emprendedores y creadores de riqueza de las narices eso del mercado libre? Pues que asuman y se traguen sus palabras y se lancen a un mercado que de verdad seleccione a quién ha de sobrevivir y a quién no porque, claro, así es fácil: en tanto las cosas van viento en popa todo para mí y sólo para mí pero si hay nubarrones en el horizonte exijo que me garanticen la continuidad de la fiesta a costa de quien sea. De todos modos también pongo en el mismo nivel a los que vieron que pintaban oros y la codicia les hizo entrar en la noria, ya que luego el juguete se ha revelado como montaña rusa y encima sin cinturón, así pues que les den; sólo lo lamento por el pobre desgraciado que se hipotecó porque necesitaba hacerlo.
0 comentarios