Carod justifica...

Queda encabezado así un titular y uno sabe que por fuerza vendrá acto seguido la consiguiente serie de sandeces proferida por este caballero.

Ahora el Sr. Carod califica de "polémica totalmente imbécil" la suscitada como consecuencia de una de sus últimas acometidas verbales. Bien, en realidad sería más propio referirse a otra polémica creada por el imbécil total, pues no hay otra categoría en la que encuadrar a este caradura que vive, engorda, medra y holgazanea a base de, como se dice cerca de mi pueblo, sacar la lengua a pacer de cuando en cuando.

Compara el Sr. Carod la exclusión de autores catalanes en lengua castellana de la Feria de Francfort como equivalente a la que se produciría en Alemania con autores germanos en lengua turca. Y sin perjuicio de que tal afirmación no sea más que teorizar a lo tonto, costumbre muy asentada en este polemista de baratillo, la comparación no es ni inconsciente ni inofensiva, pues trata en el fondo de consolidar en sus legiones de bobos seguidores esa constante idea de amenaza latente, algo así como si el castellano resultase algo ajeno, extraño y acechante para lo catalán, una fuerza invasora capaz de cegar y anular los filtros de pureza que una ruidosa panda de necios establece sin cesar.