La frasecita autoexculpatoria
Cada vez que ocurren cosas como ésta , o como la crisis de las "puntocom", por poner otro ejemplo, casi por sistema se escucha el argumento de que "hay que reconocer que se han cometido excesos".
Y desde luego ello estaría muy bien si, por una parte, sirviese como aprendizaje para el futuro, si, por otra, quienes emplean la frase o sus equivalentes no fuesen individuos a los que bien se puede suponer pertrechados tras sus contratos blindados y ventajas vinculadas al uso de información privilegiada, todo cuanto les suele permitir salir corriendo indemnes de cada sucesiva quema, y, por último, si esos excesos no hubiesen cebado sus voraces bolsillos mientras los cometían y alentaban sin recato alguno.
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