Está claro, la clave es el mapa

 Como en las películas de piratas, y en este guión hay unos cuantos filibusteros, al final es el mapa lo que explica todo.

  Los socialistas vascos y navarros han iniciado movimientos de acercamiento a Otegui y su entorno que sin duda se irán intensificando a medida que se aproxime la fecha de las elecciones autonómicas y municipales. Uno podría tener la tentación de aplicar a priori el beneficio de la duda y considerar que en realidad subyace en todo ello un deseo sincero de obtener la paz, sin la contrapartida de concesiones exorbitantes. Sin embargo un análisis más racional del asunto por desgracia impone pensar que, en realidad, las maniobras subterráneas por el reparto del poder pesan más que cualquier otra motivación, máxime si se cuenta con el protagonismo de individuos tan inescrupulosos como Vicente Ripa además de la incansable demagogia del propio Otegui, Permach o Barrena.

 Cuando uno sale con la decisión de tener una noche loca hay que atenerse a las consecuencias. Alcohol más juerga y la oscuridad de las discotecas a veces juegan malas pasadas y hay quien acaba despertando con la consabida pregunta del ¿qué hago aquí y con quién estoy? Es de temer que los socialistas no hayan valorado el potencial de peligrosidad venérea de los batasunos y lo peor del asunto es que tampoco parecen considerar que la infección en estos casos no les afectará sólo a ellos sino que será de propagación imparable por otras vías y sin contacto directo.

 El mapa de Krutwig con su propuesta de "auchluss" está tan íntimamente ligado al inconsciente delirante del nacionalismo que se convierte en algo irrenunciable, ínsito a toda iniciativa, y representa el ideal último al que aspirar. Una vez que se inicie su realización material probablemente nada pueda ya pararlo, pues otro carácter nacionalista es la insaciabilidad. En el mapa está la respuesta al estudio de fines y motivaciones; aceptado un ápice de su irreal legitimidad e historicidad se habrá caído en la trampa.

 En definitiva, ¡que la suerte acompañe a Navarra! en poco más cabe ya confiar.