Sombras
Ayer di un largo paseo por el monte. Me quedé a contemplar la puesta de sol y deshice camino al claro de luna, poco a poco. En un momento dado me detuve y experimenté la perturbadora sensación de que estar muerto era lo mismo que caminar indefinidamente por un lugar como aquél, con una atmósfera tibia y calmada y las siluetas de los árboles recortadas sobre un cielo que oscurecía, cada vez más difusas. Era hermoso y relajante y me encontré bien.
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