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Ucronías

Aún hay clases

 Imaginemos que el ciudadano X. se confía en sus cálculos y embarca en aventuras financieras varias y llegado un momento se da cuenta o le hacen darse cuenta de que no puede atender a sus obligaciones. No hace falta detallar las consecuencias del asunto para este caballero.

 Ahora pongámonos en que la entidad financiera Y. se confía en sus cálculos y se embarca y fomenta que otros se embarquen en aventuras financieras varias y en un momento dado se percata de que no puede cumplir con sus obligaciones. Digamos que las consecuencias son un tanto mas laxas en este caso.

 Pues aquí tienen un ejemplo evidente de las diferencias de trato, pues parece que los unos pueden más y mejor y los otros, al fin y al cabo pobres ignorantes acerca de la magia del mercado, deben apechugar con lo que les venga.

 De todos modos a lo mejor hago la prueba el mes que viene y amablemente indico al banco que no voy a poder atender los pagos que me reclame porque me he visto desbordado por las solicitudes de reembolso de mis acreedores, que así queda muy fino.

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