Blogia
Ucronías

¡Canallas!

Siguen clamando algunos gurús del pelotazo inmobiliario porque se liberalice todo el suelo, para que se pueda construir sin más allá donde se desee, con excepción de los lugares expresamente protegidos (y que se protejan cuantos menos mejor, claro). Todo so pretexto de "abaratar el suelo" para "abaratar la vivienda", ja, ja, ja.

Desmontemos el argumento en dos patadas: si el suelo tiene un determinado precio se debe a que es un factor más de un proceso, el de la construcción, y está caro, aunque menos caro de lo que nos quieren hacer creer, porque el producto final tiene hoy por hoy una elevada demanda, artificial e hinchada, pero alta al fin y al cabo. Nunca se han construido más viviendas que ahora y jamás han estado más caras y se han encarecido con mayor rapidez, todo debido a una inconsciente alegría compradora. Por lo tanto, no hay más que echar un vistazo a las transacciones de suelo, los terrenos donde no cabe construir han quedado excluidos de la fiebre alcista y sus valores son comparativamente poco más que testimoniales. Punto.

De ningún modo se puede tolerar, ni desde el punto de vista de la racionalidad económica y social ni bajo una perspectiva moral, que las instituciones pongan medios para que una caterva de sinvergüenzas y trincones disfrazados de emprendedores vean abaratado uno de los factores de su proceso de producción a costa de todos nosotros e incrementen su beneficio de por sí escandaloso. Basta de mentiras.

0 comentarios